El 30 de mayo de 1992 era inaugurado y bendecido el Museo de la Semana Santa «Tomás Valcárcel Deza», cedido por el Ayuntamiento de Torrevieja a la Junta Mayor de Cofradías, para albergar en su interior todo el patrimonio de las procesiones pasionales: imágenes, tronos, estandartes con bordados artesanos, junto con otros objetos, en condiciones dignas para un lugar que cumpliera una doble perspectiva: artística, y a su vez, devocional. Se puede afirmar, sin temor a equivocarnos, que la creación del museo ha marcado el hito más trascendental de estos casi dos siglos de Semana Santa en Torrevieja. Una casa común donde se encuentra la exposición permanente del rico patrimonio de los desfiles pasionales torrevejenses.

Son muchos los años que han pasado desde la creación del museo de la Semana Santa y el dinamismo de la Junta Mayor de Cofradías, unido al crecimiento de su patrimonio en los últimos años, han hecho que el museo haya alcanzado su capacidad máxima. En este tiempo, gracias a Dios, nuestros desfiles procesionales han crecido notablemente en cantidad y calidad. En el año 1992, la Junta Mayor de Cofradías contaba con un total de doce pasos albergados en el museo. A fecha de hoy, y tras la más reciente incorporación del paso de Nuestro Padre Jesús en la Última y Sagrada Cena, que es también el de mayores dimensiones, son un total de dieciocho los pasos que se encuentran en el museo. Además, existen desde la inauguración del museo nuevos tronos de mayores dimensiones, así como también ha crecido enormemente el patrimonio de bordados y orfebrería.

Teniendo en cuenta todo lo expuesto, la Comisión Ejecutiva de la Junta Mayor de Cofradías se planteó el llamar una vez más a las puertas del Ayuntamiento de Torrevieja para solicitar su ayuda. Y nuestra llamada fue atendida. Se me encargó solicitar una cita con el alcalde, Pedro Hernández Mateo. A los pocos días recibí respuesta a dicha solicitud. Se nos convocaba a una reunión con el primer edil para la mañana del martes, día 13 de marzo de 2007. En aquel encuentro celebrado en la alcaldía del Ayuntamiento estaba presente, además del alcalde, el concejal de cultura, Eduardo Dolón, el presidente de la Junta, José Pedro Aldeguer, y quien suscribe, en calidad de portavoz de la entidad. Los representantes de la Junta planteamos a los del Ayuntamiento los mismos argumentos con los que comienza este texto, que fueron recibidos con atención, y que tras un rato de intercambio de opiniones quedaron para el estudio de los responsables municipales. ¿Quién podría imaginar que el proyecto del nuevo museo de la Semana Santa se iniciaría un martes y trece?

Unas pocas semanas después comprobábamos que Hernández Mateo había asumido el proyecto de la construcción de un nuevo Museo de la Semana Santa de Torrevieja. Aparecía como la primera de 830 propuestas que recogía su programa electoral para los comicios municipales del 27 de mayo de 2007. En esa cita con las urnas, la ciudadanía torrevejense ofreció la mayoría absoluta al programa electoral que encabezaba Pedro Hernández, y en el que se encontraba la construcción del nuevo Museo.

Pasa el tiempo, se constituye la nueva corporación municipal y en la mañana del 24 de agosto, Hernández Mateo manda llamar a José Pedro Aldeguer y le propone la cesión y construcción del nuevo museo en un solar ubicado en la zona de la Avenida de las Habaneras, junto al Palacio de Justicia y a la futura Comisaría de la Policía Nacional, sobre una superficie de más de 570 metros cuadrados, que una vez edificados supondrán más de 3000 metros cuadrados distribuidos en diferentes plantas. Noticia que horas después el primer edil haría pública a la ciudadanía a través de una rueda de prensa.

El miércoles, 12 de diciembre de 2007, volvíamos a encontrarnos en la alcaldía del Ayuntamiento para recibir las pautas de trabajo de los próximos meses, los primeros pasos que debían ser dados. A partir de ese momento comenzó una ardua tarea por parte de la Junta Mayor de Cofradías de la Semana Santa y el Ayuntamiento de Torrevieja. En el seno de la entidad era creada una comisión permanente y de seguimiento por el tiempo que dure la obra y que está siendo la encargada de elaborar, a petición del Consistorio, las necesidades a cubrir en el nuevo museo, así como las sugerencias que serán trasladadas al encargado de la redacción del proyecto, y que configuraran esta importante infraestructura para la Semana Santa. De esta forma se construirá, según el anuncio del alcalde, un museo capaz de satisfacer ya no solo las necesidades actuales, sino también las futuras.

Estas líneas pretenden ser el testigo fiel de los primeros pasos de este hermoso y singular proyecto. El nuevo museo está en marcha. Queda aún mucho tiempo por delante, pero la ilusión cada vez es mayor. La Semana Santa torrevejense lo merece.

Antonio R. Aniorte Guerrero